Este año, al enterarme de la extraña aventura que vivió Felipe Isaza en el desierto de La Candelaria, decidí escribirla y publicarla. Busqué a una ilustradora, Erika Buitrago, y le propuse que hiciera los dibujos Nos desplazamos al lugar en el que sucede la historia, tomamos fotos, investigamos, visitamos los monasterios y los cementerios donde comienza esta aventura.
Y empezamos a trabajar de día y de noche en este libro que ahora ustedes tienen entre sus manos.